Teniendo en cuenta que la ruta anterior casi llegamos a los 50 km y que en la próxima también haríamos algo parecido, decidimos en esta ocasión hacer algo más tranquilo y cerca de la ciudad. Lo tuvimos claro: el circuito de btt del castillo de Burgos.
A las 9 de la mañana salimos de la plaza de los Alfareros de Burgos. Nos fuimos a buscar el carril bici del río y a la altura del Arco de Santa María, lo cruzamos para pasar por delante de la majestuosa catedral de Burgos. Pedalear por la calle de La Paloma y Laín Calvo a primera hora de la mañana sin nada de gente es una maravilla.
Arco de Santa María
Una vez cruzada la ciudad y llegados al inicio del circuito, ya sólo quedaba empezar a disfrutar de él. El circuito está muy bien senyalizado con grandes piedras que sirven de referencia para coger el camino correcto. Nosotros ya habíamos hecho el circuito pero nunca lo habíamos grabado en nuestro Garmin. Lo grabamos y así lo podemos compartir con todos vosotros.
Indicador del circuito
Llegada del circuito
Hicimos dos giros al circuito. Se nos unió un biker al final de la primera vuelta y toda la segunda. Fue una experiencia bonita, ya que compartir experiencies del mundo de la btt siempre te enriquece.
Sendero del circuito
Las protas del día
Para volver a casa tocó cruzar toda la ciudad de nuevo y ya pensar en la siguiente ruta que haríamos por la zona del Valle de Juarros.
FECHA: 10/8/2017
DISTANCIA DEL CIRCUITO: 9'05 km. DIFICULTAD: FÁCIL ÍNDICE IBP: 13 BYC
La ruta que vamos a contar fue de las que no se olvidan. Quisimos conocer nuevos caminos, que en la Ruta 3 '17 a la Sierra de Atapuerca no habíamos podido hacer.
Carril bici del río Vena camino a Villímar
A las 9 de la mañana salimos de la plaza de los Alfareros de Burgos. Cruzamos todo Burgos paralelos al río Vena hasta llegar a Villímar. Seguimos adelante para ir a buscar el camino que pasa por delante del convento de San Esteban de los Olmos y que va a subir a la zona alta del páramo. Como no podía ser de otra manera, hubo pique para ver quién llegaba antes al cruce del páramo. El resultado os lo podéis imaginar, la juventud pudo en esta ocasión con la veteranía i la madurez.
¡Qué poco respeto nos tienen los jóvenes!
En el páramo pedaleamos a buen ritmo. Al rato llegó la bajada que conduce a Rubena. Antes de llegar al pueblo, el descenso lo hicimos rápido pero controlado y fue la primera vez que no nos encontramos charcos en el túnel que cruza la autopista para llegar a Rubena. ¡La puñetera sequía de las narices!
Túnel de la autopista en Rubena, ¡Y sin charcos!
Cuando cruzamos el pueblo toca la ascensión para llegar a las antenas. Es el tramo más lento de toda la ruta. Os podría decir que hubo pique para ver quien coronaba primero, pero es que no lo hubo. El chiquitín del grupo volvió a arrasar. ¡Ya le llegarán tiempos más complicados!
Antenas de Rubena
Vista desde las antenas de Rubena
De las antenas, y una vez comido algo, nos fuimos llaneando a un buen ritmo dirección la Cruz de Matagrande. Siempre habíamos tenido curiosidad de ir por el camino que hay al otro lado de los alambres de espinos. Y esta era la ocasión para hacerlo. Así que cogimos las bicis a hombros y pasamos por la parte en que la alambrada está en el suelo.
Este camino es el llamado camino a Zalduendo, o eso tenemos entendido. Camino ancho y para pedalear cómodamente. Al rato nos encontramos con un cruce de caminos y tomamos el camino de Pozo Rubio que desciende. Aquí tuvimos dudas hacia a dónde ir. Nosotros decidimos en este cruce seguir camino arriba y al coronar descendimos y la casualidad nos llevó a la parte de arriba de las excavaciones de los Yacimientos de Atapuerta. ¡La liamos!
Yacimientos de Atapuerca
¿Homo Antecesor u Homo Heidelbergensis?
Yacimientos de Atapuerca
La duda era cómo salir de ahí sin volver por donde habíamos venido. Fuimos encontrando senderos que al final nos dejaron en una puerta metálica a los pies de los yacimientos. Pese a que fue bonito ver y estar donde se supone que no se puede estar, supimos salir lo más respetuosos posible de la zona.
Entrada a los Yacimientos de Atapuerca
Después de los apuros tocaba dar pedales de los buenos para bajar a la zona de Ibeas de Juarros. Lo hicimos por la antigua vía minera. Cruzamos el pueblo para pasar el puente que cruza el río Arlanzón y llegar a San Millán de Juarros. De aquí nos dirigimos a San Medel por una zona llana ya para volver a Burgos por los caminos y senderos que van paralelos al río Arlanzón. Este último tramo de la ruta siempre se agradece, sobretodo por sus sombras en días calurosos.
Pues bien, ya hemos contado las batallitas de la salida que nos llevó a realizar casi 48 km de buena y divertida ruta por la zona de la Sierra de Atapuerca. ¡Seguiremos dando pedales!
Ya es un clásico en los Superpipas hacer el sendero de los Andasusos, pero es que nos encanta. Y para una salida corta y divertida es genial.
Vía Verde Santander-Mediterráneo
Salimos a las 9 de la mañana de la plaza de los Alfareros de Burgos para ir dirección Modúbar de la Emparedada por la Vía Verde Santander-Mediterráneo. Como calentamiento está muy bien ir unos cuantos kilómetros tranquilos, en concreto hasta el cruce de caminos de antes del túnel de Modúbar. A partir de ahí a darle con ganas. Primero subiendo para ir al monte Altotero y de ahí hasta el sendero de los Andasusos de Carcedo.
El monte Altotero al fondo
Sendero de los Andasusos
La cara de flipaos al acabar uno de los senderos
Es curioso que casi siempre que hemos estado por los Andasusos hemos recorrido los mismos caminos y en la misma dirección. En otra ocasión tendremos que cambiar el sentido de la marcha. Será la manera de vivirlos de una manera diferente.
En definitiva, sea como sea, esta vez los senderos los disfrutamos un montón y haciéndolos a buen ritmo.
De regreso a Burgos
Para volver a Burgos desde Carcedo lo hicimos yendo por su parque eólico y bajar a Cardeñadijo para tomar de nuevo la Vía Verde que nos devolvió a la ciudad. Al llegar y analizar la ruta hecha, salió la misma sensación de siempre, que fue la de disfrutar un montón y más. ¡Qué pasada!
¡Cómo nos gusta el veranito! Con su playita, sus cervecitas, su montañita, su... suma y sigue. Pero una de las cosas que más nos gusta, está claro, son las rutas con nuestras btt.
La ruta que os vamos a contar la realizamos muy similar el verano anterior. Si a escoger me dais, me quedo con esta. Resumiendo, la ruta la hicimos de Burgos a Espinosa de Juarros, volviendo por Castrillo del Val y el monasterio de San Pedro Cardeña.
Salimos a las 9 de la mañana, como otros tantos días, de la plaza de los Alfareros. Por la Vía Verde Santander-Mediterráneo fuimos hasta Cardeñadijo, para subir al parque eólico de Carcedo. Al llegar a Carcedo tuvimos la sensación de que las piernas iban a funcionar bien.
Àlex, un compañero infatigable en las batallas diarias
De Carcedo nos desplazamos por pistas para coger el Camino del Destierro del Cid. Es un tramo sin casi desnivel donde se le puede dar caña para llanear a un buen ritmo. Llegados al tramo de las alambradas se sigue por el camino recto, que es el correcto. Y fue aquí donde nos equivocamos de camino. Pese a todo, lo solucionamos bien. Para empezar nos encontramos justo antes de la sinuosa bajada con un rebaño de ovejas y un perrazo de los que acojona, pero nada más.
Inicio del descenso hacia Espinosa de Juarros
Sorpresa perruna
Perro ladrador, poco mordedor, pero de primeras nos acojonó
Cruzando campo de trigo segado
Descendimos con cuidado, ya que es una bajada con mucha piedra suelta. La bajada pedregosa enlaza con una senda que cruza un campo de trigo segado y que va a parar al camino de la cantera de Espinosa de Juarros. Vale la pena parar a ver el lago de las excavaciones. ¡Un color de agua precioso!
Cantera y su lago (Espinosa de Juarros)
Espinosa de Juarros
Llegados al pueblo "fantasma" de Espinosa de Juarros, y lo de fantasma que nadie se nos ofenda, pero es que nunca hemos visto gente, nos tocó subir a los encinares. La subida se hace lenta en algún tramo debido a su desnivel, pero una vez arriba se transita entre encinas. Los caminos y senderos con su sube y baja, que es más de bajada que de subida, se disfrutan una pasada. Es apetecible en días calurosos ir cogiendo las sombras que nos ofrece el bosque.
Bosque de encinas, de camino a Castrillo del Val
Casi sin darse cuenta uno se llega a Castrillo del Val. Se ha de buscar uno de los caminos que llevan al monasterio de San Pedro Cardeña. Nosotros escogimos el que va a parar al Camino del Cid, ya que te lleva directo al monasterio.
Monasterio de San Pedro Cardeña
Llegados al monasterio, hicimos la parada de rigor para contemplarlo y en otras ocasiones para comprar una chocolatina en su tienda. Para el regreso a Burgos, normalmente, como hicimos en esta ocasión, subimos por la carretera del monasterio para enlazar con el sendero que lleva al puente de madera de Cardeñajimeno. Es uno de nuestros senderos preferidos. Tiene algún pequeño tramo técnico, pero en general es fácil de hacer. En su mayoría de tramos pica hacia abajo, que siempre es de agradecer.
De Cardeñajimeno a Burgos ya fuimos paralelos al río Arlanzón, bien por sus senderos que van paralelos al río o bien por el carril bici que enlazamos en Fuentes Blancas. De aquí a casa ya todo queda en un paseo.
Acabamos igual que empezamos la crónica, ¡cómo nos gusta el veranito! Y más si sale un día y una ruta como la que hicimos. 42 km de ruta y con muy buenas sensaciones en las piernas. Con ganas de más.
FECHA: 7/8/2017 DISTANCIA: 42'31 km. DIFICULTAD: FÁCIL ÍNDICE IBP:27 BYC
