viernes, 23 de enero de 2015

RUTA DE RABÉ DE LAS CALZADAS

La ruta del sábado 16 de agosto fue muy bonita por muchos pequeños detalles que sucedieron en el transcurso de ella. En esta ocasión me acompañaron Àlex y Dani. Queríamos conocer caminos nuevos y decidimos ir hacia la zona de Tardajos. Salió una mañana con un sol precioso, pero fresco, cosa que me hizo volver a casa a por una chaqueta.

Salimos de la ciudad por el carril bici, dirección, como ya os he comentado, Tardajos. En varios tramos del trayecto tuvimos que recular, porque nos habíamos confundido de camino. Este primer tramo del camino fue muy chulo de hacer, y más con los dos niños, ya que pasábamos pos las aguas del río Arlanzón.


Una vez llegamos a Tardajos, y hacer la correspondiente fotografía, fuimos a buscar el Camino de Santiago que nos llevaría hasta Rabé de las Calzadas. ¡Qué podemos decir de este maravilloso pueblo! Pues que nos encantó. Nos sorprendió lo cuidado que está todo el pueblo, lo limpio que se encuentra y el gusto que da perderse entre sus calles.

Rabé de las Calzadas
Pero la ruta tenía que seguir. Y lo hicimos para ir dirección Villaenzo, a ojo, porque no sabíamos qué camino se tenía que coger. A partir de aquí todo fue intuición, con la única premisa de no castigar demasiado a mis jóvenes acompañantes. Pero el castigo, relativo, llegó. El viento cada vez soplaba más, y en las zonas con poca vegetación era donde más se notaba el castigo. Nos tocó subir una rampa larga. El suelo que pisaban las ruedas de nuestras bicis era de vegetación seca. En este tramo los chicos disfrutaron poco, pero tuvo recompensa.

Àlex agotado tras la subida
Por la zona había cazadores, y a pocos metros nuestro cruzó un corzo, que pudimos ver un buen rato, mientras cruzaba todo un campo de trigo ya segado. Al llegar a la cima los tres, de nuevo la intuición hizo que cogiésemos un camino, ya de tierra con su correspondiente bajada y pronunciada subida, en la cual pudimos volver a contemplar a tres corzos que volvían a huir de la presencia humana. Hecho el tramo más duro, ya sólo nos quedaba descender hasta el pueblo de Villaenzo, donde realizamos una pequeña parada.


Iglesia de Villaenzo, con Dani y Àlex
Para volver a Burgos, y en contra de mis principios, y con la intención de no castigar más a los niños con subidas fuertes, tomé la decisión de ir un tramo por carretera hasta la entrada de Burgos, donde ya volvimos a tomar el carril bici hasta llegar a casa.

La ruta fue bonita, ya que tuvimos de todo. Así es este deporte, donde hay momentos de alegrías y de sufrimiento encima de la btt.


FECHA: 16/8/2014
DISTANCIA: 32'15 km.
DIFICULTAD: FÁCIL
ÍNDICE IBP: 33 BYC

RUTA BURGOS-TARDAJOS-RABÉ DE LAS CALZADAS-VILLACIENZO-BURGOS

domingo, 18 de enero de 2015

RUTA DE SAN OLAF, HASTA LOS AUSINES

Como ya comentamos en una crónica anterior, durante el mes de agosto, todas las rutas de los viernes tendrían algún componente diferente a las del resto de la semana. En ésta, en concreto, queríamos realizar parte de la ruta de San Olaf. Tan sólo me acompañó mi hijo Àlex.


Vía Verde, llegando al túnel de Modubar de la Emparedada
Salimos poco antes de las 9 de la mañana de la plaza de los Alfareros para ir a tomar, una vez más, la Vía Verde Santander-Mediterráneo hasta pasado el túnel de Modúbar de la Emparedada. El ritmo hasta el momento era tranquilo, en plan calentamiento. Al salir del túnel cogimos un camino que nos llevó hasta la entrada del pueblo donde empalmamos con el camino de San Olaf, a la altura del molino de Modúbar.

Dirigiéndonos hacia Modúbar de la Cuesta, en la zona más abierta, soplaba bastante viento, pero fue donde divisamos un corzo en medio de un trigal ya segado.

Corzo en trigal segado, camino de Modúbar de la Cuesta
Al llegar a Modúbar de la Cuesta, nos paramos para hacer alguna foto y seguir hasta Modúbar de San Cibrián. El paseo era ameno, ya que íbamos casi todo el rato hablando de diferentes temas. Una vez llegamos a Modúbar de San Cibrián, buscamos por dónde seguía el camino de San Olaf, y cuando lo encontramos seguimos por él hasta llegar a una cima donde la vista era preciosa.

En la cima de Los Ausines
A nuestros pies quedaba Los Ausines, y fue en este punto donde decidimos dar media vuelta y regresar a Burgos por el mismo camino hasta llegar a Modúbar de la Emparedada. Allí tomamos la carretera, en concreto, el tramo de subida, como si nos dirigiésemos al monte Altotero. A Àlex le hacía gracia subir este tramo que tantas veces había visto subir a los ciclistas en la Vuelta a Burgos. Una vez arriba fuimos a buscar la pista que nos bajaría hasta la Vía Verde para regresar a casa.


La salida fue bonita, aunque sobró el viento, que hizo que dar pedales en algunos tramos fuese pesado.

FECHA: 15/8/2014
DISTANCIA: 36'04 km.
DIFICULTAD: FÁCIL
ÍNDICE IBP: 22 BYC

RUTA BURGOS-CAMINO DE SAN OLAV HASTA LOS AUSINES-BURGOS

viernes, 9 de enero de 2015

RUTA DEL MONTE DEL ARROYO DE ROMPIZALES

A la ruta que realizamos el jueves 14 de agosto, vinieron Àlex, Dani y Andrea. El objetivo era que los chavales trabajasen y mejorasen algún aspecto de la técnica de la btt.


Salimos de la plaza de los Alfareros, para seguir el carril bici que lleva hasta la Vía Verde Santander-Mediterráneo. A un ritmo suave pasamos por Cardeñadijo hasta llegar al cruce de caminos que hay antes del túnel de Modúbar de la Emparedada. Giramos hacia la izquierda para seguir un sendero precioso, que a los niños les encanta y que lleva al camino de Modúbar (cerca de la zona conocida por el depósito).

Sendero hacia el camino de Modúbar de la Emparedada
En el sendero, les pedí que prestaran especial atención en trabajar el equilibrio encima de la btt, que no fuesen rápidos y que intentasen no poner pie a tierra. Salió fenomenal.


Al tomar el camino de Modúbar, nos dirigimos hacia Burgos para ir a buscar el bosque del arroyo de Rompizales, que hay delante del monte de la Abadesa. Hay un camino que rodea todo el bosque y que permite, como ya os he comentado en otras crónicas, trabajar aspectos técnicos que hace que los jóvenes tengan más confianza encima de la bicicleta.

Dimos dos vueltas al bosque, viendo algún que otro corzo, que siempre son bonitos de observar. En las dos vueltas que dimos entrenamos dos aspectos fundamentales: ponerse de pie en un descenso y cambiar piñones en función del desnivel. Fuimos parando, explicando cómo hacerlo en cada momento, y el resultado fue satisfactorio. Poco a poco iban cogiendo confianza al ver que lo que se les proponía les salía sobradamente.

La subida infernal del monte del arroyo de Rompizales

Al finalizar la segunda vuelta al bosque, nos dirigimos hacia el monte de la Abadesa. Fue aquí donde pasó la anécdota del día. Bajando por el monte nos cruzamos con un hombre que iba haciendo running en pelotas. Podemos estar acostumbrados a ver gente desnuda en una playa, pero corriendo por la montaña, si más no, fue curioso. Os podéis imaginar el descojono que llevaban los chicos al verlo, no por ver un tío en pelotas, sino por verlo corriendo así por medio de la montaña.

Monte del arroyo de Rompizales
Entre risas y comentarios, llegamos de nuevo a la Vía Verde, que ya nos llevó de regreso a casa. Aunque no fue una ruta muy larga, fue muy productiva por el trabajo realizado por los chicos, que cada vez andan mejor en btt. Al día siguiente tocaba ruta de viernes, pero eso será en la siguiente crónica.

FECHA: 14/8/2014
DISTANCIA: 23'7 km.
DIFICULTAD: FÁCIL/MODERADA (si se hace con niños)
ÍNDICE IBP: 24 BYC

RUTA BURGOS-MONTE DEL ARROYO DE ROMPIZALES-BURGOS