sábado, 22 de marzo de 2014

SALIDAS NAVIDEÑAS: LA LLUVIA ES LA PROTAGONISTA

Llegó la Navidad. Y con ella las vacaciones y las ganas de practicar actividades al aire libre. Después del parón bicicletero, teníamos el monillo de volver a coger nuestras btts para dar pedales de nuevo. El primer día que el tiempo nos permitió salir fue el sábado 28, y no es ninguna inocentada. A las 10 de la mañana se reunieron conmigo Àlex, Miguel, Mario y Jesús. La intención era ir por caminos aptos para pedalear, donde el barro no fuera el protagonista. Empezamos por la vía verde, de manera tranquila. No salió una mañana muy fría, pero a Àlex le afectó. Cuando pasamos por Cardeñadijo comentó que se estaba mareando, igual que le sucedió el primer día de las pasadas Navidades. Nos detuvimos e intentamos que se le pasase un poco el malestar que llevaba. Al ver que la cosa no mejoraba, no nos quedó más remedio que dar media vuelta y volver hacia Burgos.
El domingo 29, con un día sin lluvia a la vista, se vinieron conmigo Àlex y Miguel. Nos fuimos por el bulevar para seguir dirección Fuentes Blancas. Cogimos los caminos que van hacia San Medel. Nos encontramos caminos llenos de charcos que fuimos sorteando para no volver de color marrón. Lógicamente fuimos parando en los charcos que estaban helados para tirar piedras y romper el hielo. El paseo fue agradable, ya que fuimos pedaleando de manera tranquila. Una vez en San Medel, seguimos por carretera para ir a buscar el Camino de Santiago y regresar a Burgos. Mientras, Jesús y Mario habían salido a dar pedales por su cuenta. 


El lunes 30, día de mi cumpleaños, qué mejor regalo que poder salir con la btt con los chicos superpiperos Àlex, Miguel y Mario. Sin lluvia en el frente, queríamos probar el estado de los caminos de encima del túnel de Modúbar. Por eso empezamos por la vía verde hasta llegar al camino de los caballos. Seguimos por el camino de Modúbar donde nos paramos a romper charcos helados a pedradas. 
Subimos hacia la zona del depósito para ir a buscar la trialera que deja al otro lado del túnel. Nos dimos cuenta en seguida que las ruedas se pegaban al suelo. A simple vista parecía todo normal, pero no lo era. La trialera era un barrizal del cual ya no íbamos a recular. Sólo quedaba ir hacia adelante. Y eso mismo es lo que hicimos. Empezamos a bajar con cuidado de no resbalar y meternos en ningún charco. Las ruedas iban por donde querían y no por donde queríamos nosotros. Y llegó la anéctoda del día, y no la protagonizó nuestro gran Dani. Fue cosa de Àlex, que en el último tramo de la bajada se le fue la rueda delantera y salió disparado hacia adelante cayendo justo en medio de un barrizal. No sabía si moverse o quedarse pegado de por vida en el barro. Al llegar a su altura le ayudé a levantarse y la reacción de todos fue la de empezarnos a reir al ver que no se había hecho daño, y lo sucio que había quedado. Lo limpiamos como pudimos y seguimos ya de regreso a casa, cruzando el túnel y volviendo por la vía verde hasta Burgos. Àlex al llegar a casa se puso delante de su madre, abuela  y tía y les preguntó: ¿A ver quién ve la mancha?

Pues sí amigos, estos fueron los días que pudimos salir, ya que a partir de este día la lluvia fue la protagonista, teniendo que dejar las bicicleta preparadas para agosto. Hasta entonces queda esperar que vayan pasando los meses y que llegue el buen tiempo.

martes, 18 de marzo de 2014

ÚLTIMA SALIDA DEL VERANO

Después de todo un año esperando la llegada del verano, en parte, para poder ir con todo el grupo superpipero, nos encontramos con la última salida del verano. Salimos los mismos que el día anterior, y quisimos ir por aquellos caminos que más nos gustan, sin alejarnos demasiado de Burgos.
Como otros tantos días, empezamos la ruta prontito, por la vía verde hasta el camino de los caballos. Dejando el monte de la Abadesa a la derecha, seguimos por el camino de Modúbar, para subir hasta la zona del depósito. Este tramo lo hicimos más tranquilo que otras veces, sabedores de que iba a ser nuestra última salida de agosto, y se tenía que disfrutar cada golpe de pedal, cada árbol que se veía, cada golpe de brisa que nos acariciaba la cara. Una vez en la zona del depósito, fuimos a buscar, por el camino del ratón, la carretera de Modúbar de la Emparedada, el desvío hacia el Altotero. Pasamos por la parte superior del monte de San Vicente, para ir a buscar la senda que hay en la antena, justo debajo de los molinos eólicos.
Dicha senda, la realizamos sin ningún percance. Nadie metió el pie en ningún charco, no hubo caídas, simplemente gozamos de lo que estábamos haciendo y viendo.
Tocó subir a la zona de los molinos. Aquí cada uno a su ritmo fuimos ascendiendo para ir pasando por debajo de los colosales molinos y haciendo algunas fotos con el molino número 1. De aquí bajamos hasta la zona, de lo que parece un circuito de bmx. Los chicos estuvieron un rato pedaleando por la zona, tirando piedras, troncos, haciendo lo que les dio la gana, siempre bajo mi supervisión. No hace falta que los padres de las criaturas os alteréis.
Os he de decir que un rato estuvieron solos, mientras me fui por una senda que llevaba al camino de San Olaf. Al ver que era apto para todos, regresé para recoger al resto de la manada. Les comenté que la bajada no iba a ser fácil, ya que el camino era estrecho. El primer tramo se hizo sin problemas. Las cosas se nos complicaron en la parte final, donde el camino había desaparecido. Parecía como si la vegetación se lo hubiese tragado. No nos quedó más remedio que seguir adelante entre la maleza hasta llegar al camino de San Olaf.
Nos dirigimos hacia el camino de San Vicente, para coger la carretera e ir a buscar el camino que hay justo encima del puente de Modúbar (por debajo pasa la vía verde). Nunca lo habíamos hecho de bajada. Tocaba sufrir un rato. Cada uno se impuso un ritmo hasta ir llegando uno a uno a la zona del depósito. Los chicos llegaban cansados, pero la parte más dura de la ruta ya la teníamos hecha.
Del depósito nos fuimos a buscar la senda que lleva al túnel de Modúbar por la parte de Burgos. Siempre la habíamos subido y nunca bajado. Descendimos con cuidado, no era el día para que nadie se hiciese daño. Llegamos todos a la vía verde sabedores de que tardaríamos un tiempo en pasar por esto parajes. Regresamos sin prisa, y me atrevería a decir que todos con cierta pena, tristeza y nostalgia por todo lo que dejábamos atrás. Días de risas, alegría, sufrimiento, dolor, compañerismo, amistad, en definitiva, jornadas de deporte en plena naturaleza.
Una vez en Burgos y tras 26 km, decidimos que al día siguiente nos despediríamos todos de las bicicletas, acercándonos hasta los toboganes de Fuentes Blancas. Fue el colofón a todo un mes de agosto lleno de vivencias y experiencias inolvidables.

domingo, 16 de marzo de 2014

CAMINO DE LOS CABALLOS, ANDASUSOS Y PARQUE EÓLICO DE CARCEDO

Penúltima salida del verano. ¡Qué pena que teníamos! Por eso se tenía que aprovechar. Se vinieron a dar pedales Àlex, Dani, Miguel y Andrea. Decidimos empezar por la vía verde, para luego torcer hacia el camino de los caballos. Esas primeras rampas que a los chicos les cuesta coger ritmo, pero que con ganas y coraje suben sin bajarse de la btt. Ya pasado el monte de la Abadesa, seguimos por el camino de Modúbar, donde nos encontramos con la primera sorpresa del día.
Iban abriendo camino Àlex, Miguel y Andrea, hablando de sus cosas. A unos 50m Dani y yo, cuando vemos que por delante del primer grupo, se les cruzó un corzo bien hermoso, que estuvieron a punto de atropellar. La sorpresa fue, que en vez de pararse para ver el animal, siguieron dando pedales. Luego nos dijeron que no habían visto a ningún ciervo cruzar, cuando casi se lo llevaron por delante. Nosotros nos paramos a observar la belleza del animal, hasta que éste decidió volver a cruzar hacia el lado donde había venido, pasando justo por detrás de donde estábamos parados. Dani alucinaba al tener al animal tan cerca. Una vez lo perdimos de vista seguimos para encontrarnos con el resto del grupo que nos estaba esperando al ver que no veníamos. Cuando les explicamos cómo había ido todo, no se lo creían.
Ya en grupo, seguimos adelante para subir la rampa del tractor, el camino del ratón, la carretera de Modúbar y girar hacia la izquierda para ir por el camino que va por debajo del Altotero. Al llegar a la zona del monte de San Vicente, paramos para hacer unas fotos en una zona de alpacas, donde los chicos, con precaución y bajo mi vigilancia y responsabilidad, estuvieron saltando y disfrutando un poco. En una salida de btt con niños ha de haber momentos para todo, que no sea sólo dar pedales, el rendimiento es mucho mayor si van disfrutando de la salida.
Una vez hidratados seguimos para ir a buscar los caminos de los Andasusos, pero en esta ocasión sin hacer todos los caminos de la zona, como habíamos realizado días atrás. El objetivo era llegar a Carcedo. Una vez allí, no nos quedó otro remedio que ir un tramo por carretera, hasta la entrada al parque eólico de dicha localidad. El camino ancho y bueno, con sus pequeños desniveles, hizo que en un santiamén estuviésemos de bajada dirección la hípica de Cortes, para ir a buscar la Fuente del Prior y por el carril bici volver a casa dejando atrás 31 km. 
Ya sólo nos quedaría una salida veraniega. ¡Qué pena!

domingo, 9 de marzo de 2014

POR LOS MOLINOS DE MODÚBAR

Han pasado dos meses y medio desde la última crónica superpipera. Ya vuelvo a tener tiempo y, sobre todo, motivación para escribir las aventuras que pasamos encima de nuestras btt. Gracias por los ánimos que me habéis dado tras la pérdida de mi padre.
Está llegando el final de agosto y aún tenemos ganas de seguir descubriendo caminos. En esta ruta me acompaña Àlex, Dani y Andrea. Miguel no vino porqué se quedó dormido. Cogimos la Vía Verde y poco antes de llegar al túnel de Modúbar, nos desviamos por el camino que llamamos de Dani (lo llamamos así porqué lo descubrió él). Cruzamos la Vía Verde para tomar el senderito que hay antes del túnel. Es un camino precioso, estrecho, donde los críos y los no críos, nos lo pasamos en grande. Andrea tuvo dos pequeñas caídas sin consecuencias. 
Una vez arriba, nos dirigimos hasta el depósito para bajar a la carretera que va a Modúbar. Ya en la carretera, nos dirigimos al monte de San Vicente, para subirlo por la senda más suave. La otra senda que rodea el monte ya la habíamos hecho otro día, pero de bajada. Arriba, vamos a buscar la antena de telecomunicaciones que hay debajo del molino eólico número 1. Justo en esta zona se encuentra una especie de pequeño circuito de bmx, donde estamos un rato, hasta que decidimos continuar. 
Si la subida al monte de San Vicente era nueva para nosotros, también lo fue el camino que tomamos por debajo de los molinos eólicos de Modúbar. El paseo fue encantador, ya que las vistas eran impresionantes y encima nos encontramos con un par de corzos muy cerca nuestro.
Una de las anécdotas del día la protagonizó Dani, cuando después de haber visto a los ciervos, cruzamos un charco y Dani se quedó en medio, teniendo que poner el pie al suelo, mejor dicho, el pie al agua y mojarse hasta el tobillo. Tuvo que vaciar la zapatilla llena de agua y escurrir el calcetín. ¡Lo que no le pase a Dani!
Solucionado el problema seguimos dando pedales hasta llegar a la parte alta donde están los molinos. Fuimos por todo el parque eólico, hasta llegar al molino 1, donde después de hacernos unas fotillos, bajamos a la zona del circuito de bmx que os he comentado antes. El sendero del molino al circuito, alguno lo hizo bajado de la bici por seguridad.
Nos quedamos un rato en la zona del circuito, y  uno de nosotros se pegó un tortazo en un salto. Sí, fue Dani. No fue nada grave, pero se hizo una rascada en el tobillo y sangró un poco. Es un pedazo de valiente, un campeón, un auténtico Superpipas. Sin él y sus caídas, el equipo no tendría nombre.
Nos pusimos en marcha, tomando el camino que va por debajo del Altotero, dirección carretera de Modúbar, y se nos cruzó un zorro. ¡Qué caña! Delante de una Play esto no pasa. No deja de ser una curiosidad más, pero realizando deporte en la naturaleza, estas cosas pueden pasar.
Cruzamos la carretera, para seguir por el camino del ratón muerto (como veis, conocemos caminos con nombres de anécdotas o curiosidades que nos han pasado), para bajar a la Vía Verde, a la altura del túnel de Modúbar, pero antes nos desviamos por un sendero con muchísima vegetación, donde costaba incluso avanzar. Hubo algún tramo donde los críos me maldicieron, pero es la manera de ir conociendo caminos. Cuando salimos a la Vía Verde, volvimos por el camino de Dani hasta Cardeñadijo, para ya dirigirnos hasta casa no sin antes haber recorrido 26km donde los chavales gozaron de la que sería la antepenúltima salida de agosto.