viernes, 20 de diciembre de 2013

LOS DÍAS DE LOS 17 Y DE LAURA

En los días que siguieron a la ruta del monasterio de San Pedro Cardeña, rodamos poco. Poco por diferentes motivos. 
El domingo, y después de unos días sin descansar, decidimos ir hasta Fuentes Blancas, más que para ir en bici, para tirarnos por los toboganes. Combinar bici y tobogán es la bomba para todo crío. Pero un vez hechas unas bajaditas por el tobogán, subimos hasta la Cartuja para volver a bajar, por el mismo camino, y volver a subir, para ya ir a buscar el carril bici del bulevar. En esta salida me acompañó Àlex, Dani y Andrea, donde acabamos pedaleando tan sólo 17 Km.
Al día siguiente, lunes, nos juntamos los mismos Superpipas con una nueva incorporación. Se apuntó con nosotros la prima Laura. Le quisimos enseñar algunos de los caminos que habíamos ido haciendo a lo largo del verano. Tomamos la Vía Verde para llegar al túnel. Al poco rato de dar pedales presentí que la jornada no iba a ser como la de otros días, ya que Laura, y yo con ella, íbamos perdiendo de vista al resto del grupo antes de cruzar por debajo del puente de la autopista. El ritmo de los de adelante era alegre, como cada día que se ha pasado por la Vía Verde, no así por detrás, donde Laura pedaleaba muy despacio. No paré de darle ánimos y conversación, con la intención de que el camino se le hiciese corto. Cuando llegamos al camino de antes del túnel, Laura nos hizo saber que ya no podía más. La convencimos para subir hasta el depósito, con la intención de volver a casa. De una manera u otra llegamos al depósito, y de aquí decidimos volver a casa tomando pistas que nos devolvieran al camino verde. La salida, nos demostró que para hacer btt se ha de tener un poco de práctica encima de la bici. No es tan fácil como parece. Una cosa es saber ir en bici y otra muy diferente ir en bici por caminos, sendas o pistas con más de una dificultad. Laura cayó varias veces a lo largo de la ruta, aun así la animamos por si quería venir otro día. La puerta superpipera está siempre abierta para recibir nuevos amigos de ruta. ¡Cómo no, pedaleamos 17 Km!
Ya el martes, Laura no vino, pero se apuntó al resto, Andrés y Miguel. Decidimos hacer una ruta similar al del día anterior. No podía ser muy larga ya que los adultos teníamos pádel. Por la Vía Verde, pedaleamos hasta el camino de la izquierda que hay antes de llegar al túnel de Modúbar de la Emparedada. En vez de subir camino arriba, tomamos el senderito. Por dicho senderito me descojonaba con Andrés. Era incapaz de llevar recta la bicicleta por este camino tan estrecho. Al rato, Dani pinchó. Mientras le cambiaba la rueda, el resto estuvo rodando por los alrededores, hasta que tuvimos arreglada la bicicleta. Cuando salimos a una pista más ancha, la del camino de Modúbar, decidimos volver a casa. Buscamos alguna pista que nos bajase a la Vía Verde, y a dar pedales hasta casa. ¿Sabéis qué distancia recorrimos? Habéis acertado, 17 Km otra vez. Esta distancia ya no la volveríamos a repetir los próximos días.

jueves, 12 de diciembre de 2013

RUTA DE SAN PEDRO CARDEÑA AL REVÉS

Y de nuevo llegó el fin de semana, con un sábado fresco y nuboso. Me quiso acompañar en esta ruta, Àlex, Dani y Andrea. Salimos a las 9'30 h. como de costumbre, para intentar hacer la ruta del monasterio de San Pedro Cardeña, pero en el sentido contrario a como la habíamos hecho en las pasadas Navidades. Sabíamos que no nos íbamos a encontrar ni agua, ni barro, ni hielo, como en Navidad.
Salimos de la plaza de los Alfareros para ir a buscar el bulevar. Ya en el bulevar, pedaleamos hasta la Fuente del Prior, y de aquí hasta el final de Fuentes Blancas, para subir con la intención de ir a buscar el paso que hay debajo de la autopista. Al cruzarla tomamos el camino que nos llevó hasta la Ruta del Cid y subir hasta la carretera de Carcedo. En este tramo nos encontramos con un par de grupos de ciclistas a los que saludamos, y éstos respondieron con gritos de ánimos para mis jóvenes acompañantes. Os he de decir, que cada vez que les dan ánimos, el entusiasmo en sus rostros y en su pedaleo cambia por completo; les gusta esto de que les animen.
Ya en la carretera, descendimos hasta el monasterio. Nos hicimos unas fotos y seguimos hacia arriba, para buscar la pista que nos iba a llevar hasta Castrillo del Val. Al bajar por el camino de la cantera, encontramos la mayor dificultad de la ruta. El piso estaba muy pedregoso, con unos pedruscos que dificultaban el avance de las bicicletas. Cuando pasamos en Navidad, el suelo estaba mucho más compacto. En este tramo me dieron mucha pena los chicos, porque a parte de quejarse, que también tienen derecho a hacerlo, en sus caras se les podía leer lo poco que estaban disfrutando de la bici en ese momento. El tramo hasta Castrillo del Val se hizo pesado, pero por fin llegamos.
Una vez en el pueblo, subimos por la carretera que va a la de Logroño, y giramos a la izquierda para tomar la pista que lleva a la parte de abajo de Carcedo. El camino estaba algo mejor que el que acabábamos de realizar, pero las piedras seguían siendo las protagonistas. La pista acababa en una bajada pronunciada que nos iba a llevar hasta la zona del río. 
Tomamos la senda dirección ya a Fuentes Blancas. Agradecimos que la senda que cogimos tuviese un piso normal. De hecho, en un momento cruzamos la autopista, y seguimos dando pedales para ya recorrer el último tramo de ruta, que iba a pasar por todo el margen del río Arlanzón, hasta el puente del Palacio de Justicia. Y de allí a casa para descansar de los 32'500 km. que habíamos hecho.
La ruta en sí es preciosa, tanto si se hace en invierno como si se hace en verano. Ambas tuvieron sus dificultades, ya que en una nos encontramos con mucho barro, y en la otra con muchas piedras. Está claro, se ha de volver a hacer para ver el estado de los caminos. ¡Hasta la próxima!

miércoles, 11 de diciembre de 2013

LA RUTA DE LOS ANDASUSOS

Estuvimos dos días sin poder rodar demasiado, ya que teníamos compromisos con el pádel. Otro deporte, que si nada tiene que ver con hacer btt, engancha también un montón. Sólo pudimos hacer 12 y 18 km. Y si bien está jugar a pádel, donde sólo jugamos los adultos, bien está que los chicos, después de dos días de hacer bien poco, estuviesen deseosos de pasar de los 30 Km.
Pues eso es lo que hicimos Àlex, Miguel y yo (nos falló Andrea y Dani, que se quedaron dormidos), hacernos una rutilla de 33 Km. El recorrido que íbamos a hacer, ya lo había realizado días antes con Andrea, pero Miguel y Àlex, que ese día no pudieron venir, estaban deseosos de poder hacerlo.
Tomamos la Vía Verde, como otras tantas veces, hasta el camino de la izquierda que hay antes de llegar al túnel de Modúbar de la Emparedada. Subimos para ir a buscar el camino que pasa por debajo del Altotero y por encima del cerro de San Vicente. De aquí fuimos a buscar todos los caminos que hay por el sendero de los Andasusos, yendo a parar a las charcas o abrevaderos, donde abundan las ranas.
Después de la parada, nos dedicamos a pasar por todos los senderos de los Andasusos. A los chicos les encantó todo el trazado. Les gustó tanto que ya empezaron a hacer cábalas para que les organizase una carrera, por estos senderos, el verano siguiente. Está hecho, algo haremos.
Una vez pedaleamos por los Andasusos, fuimos a buscar Carcedo y su parque eólico, que sería por donde volveríamos, para ir a buscar la hípica de Cortes, la Cartuja de Miraflores y bajar por detrás de ésta, para tomar el carril bici del bulevar y volver a casa.
Lo más emocionante de la ruta fue ver a los chicos disfrutar por todos los caminos de los Andasusos, que parece un auténtico  circuito de btt, con mínimas dificultades y zonas un poco más técnicas, para que los chavales vayan cogiendo confianza encima de la bici.

jueves, 5 de diciembre de 2013

POR EL CAMINO DE SAN VICENTE A REVILLARRUZ

Tenemos ganas de dar pedales y de conocer caminos nuevos. Amanece, que no es poco, un día muy bueno y con algo de viento. En esta ruta me acompañan Andrea, Dani y Àlex. 

Salimos de la plaza de los Alfareros hacia la Vía Verde, para luego subir por el camino que hay a la izquierda antes de llegar al túnel. En esta primera subida, es donde me doy cuenta de cómo han mejorado los chicos, ya que la hacen del tirón y prácticamente agrupados. Al llegar arriba, nos dirigimos por el camino que lleva a la carretera de Modúbar de la Emparedada, para ir por ella dirección al pueblo y dejarla para dirigirnos a la pista que hay a su izquierda. Vamos dando pedales para buscar el Camino de San Vicente.

Éste desciende por el cerro que lleva su nombre. Cuando lo encontramos, los chicos comentan entre ellos de dejarse un poco de espacio entre ellos ya que es una senda muy estrecha. Comienza la bajada y la disfrutan un montón, y yo también viendo lo bien que se lo pasan. Realizado el descenso, seguimos dando pedales para ir a coger el camino de San Olav, que nos llevará hasta el molino de Modúbar de la Emparedada.

Ya en el pueblo, tenemos que cruzar parte de éste, hasta llegar al campo de fútbol, donde empieza una subida que va a parar al páramo de Modúbar. Como en toda ascensión, nos vamos estirando, y una vez reunidos de nuevo, contemplamos las vistas que nos ofrece la llanura elevada, pudiendo observar parte del recorrido realizado. 

Páramo adelante, nos encontramos con un par de perros mansos que nos vendrán acompañando parte del camino. Antes de llegar a Revillarruz, hacemos unas bajadas y subidas, para sin darnos cuenta estar en medio de la plaza del pueblo. Revillarruz es el pueblo de mi difunto suegro, gran aficionado al ciclismo. ¡Cómo disfrutaría viendo, e incluso, compartiendo las hazañas con su nieto Àlex! En fin, después de pasar por delante de casa de la familia de Julián, seguimos para ir a buscar algún camino que nos vuelva a llevar a Modúbar. La pista por la que nos desplazamos nos lleva a Olmosalbos, donde nos encontramos con una ermita y el castillo de la población. 


Nos toca encontrar, de nuevo, el camino para volver, y nos encontramos con unos indicadores que nos marcan la ruta para llegar a Cojóbar. Todo lo que os voy contando, os los tenéis que imaginar con los dos perros trotando siempre al lado o detrás nuestro. 

Justo antes de Cojóbar nos encontramos con cuatro corzos que se ponen a correr al vernos, hasta desaparecer por detrás de un montículo. Antes de ir a buscar la Vía Verde, decido que los perros ya han recorrido bastante ruta como unos Superpipas más, pero nos hemos de separar, y los asusto para que no puedan seguirnos.


Una vez en la Vía Verde, regresamos a Burgos, con la sensación de ir cada día descubriendo caminos nuevos, que hace que conozcamos mejor la tierra por donde nos movemos. Una gozada de 30 Km. 

FECHA: Agosto/2013
DISTANCIA: 30'17 km.
DIFICULTAD: FÁCIL
ÍNDICE IBP: 25 BYC

RUTA BURGOS-REVILLARRUZ (POR EL CAMINO DE SAN VICENTE)-BURGOS

martes, 3 de diciembre de 2013

EL DÍA QUE NOS COSTÓ VOLVER

Parece que los males ya están curados. Para hacer esta ruta nos juntamos Andrea, Dani, Àlex y yo. Queríamos ir a alguna zona que no conociésemos. Nos decidimos ir por la zona que hay detrás de la nueva estación de tren. Para llegar, nos dirigimos a buscar el carril bici que va paralelo al río Vena, para después subir dirección hospital. Llegados a este punto, vimos un camino entre el hospital y la estación de tren que subía hacia el bosque al que queríamos llegar. La subida es considerable para los chicos, pero la superaron; unos días de descanso les fue de maravilla. En esta zona vemos la construcción de lo que parece una autovía. Al reunirnos en la parte superior, continuamos entre una pineda un buen rato, encontrándonos a unos señores, a los que preguntamos hacia dónde llevaban los diferentes caminos.
Después de la información, decidimos ir por el camino de la izquierda que estaba al final del páramo. El camino estrecho empieza poco a poco a bajar, y a la derecha de la bajada hay una fuerte y estrecha subida que Àlex decide subir. Ello nos impulsa al resto a seguirle. Valió la pena. ¡Qué vistas! Desde la parte más elevada del camino, se divisaba toda la llanura de la zona de Sotopalacios, Burgos, la Sierra, una pasada. Era curioso oír a los chicos cómo iban dejando comentarios al respecto.
Una vez hecha la parada para contemplar el paisaje y hacer unas fotos, tocaba seguir, sin antes llamar a casa para decir que nos íbamos a retrasar un poco más de lo normal, ya que la zona no la conocíamos. La senda transcurre por lo alto de la cima, como ya he dicho antes, con una vista fabulosa, donde los chicos disfrutan pasando por este tipo de zonas. A medida que abanzamos, el camino empieza a descender, y cada vez la pendiente aumenta, teniendo que bajar de la bicicleta en algún punto, por la inclinación y el estado del camino. Al final de la bajada, la intención era ir a buscar la zona del polígono de Villalonquéjar, pero el camino nos ha dejado a pie de carretera y no se veía ningún camino que llevase a donde nos habíamos propuesto. La decisión que tomamos fue la de seguir por un camino que nos llevó a un monasterio abandonado (creemos que es el Real monasterio de Nuestra Señora de Fresdelval), pero en proceso de reconstrucción. Mala suerte, ya que el camino acababa en el monasterio. Por cierto, una maravilla escondida entre vegetación.
Tuvimos que cruzar un campo de trigo, para poder encontrar una senda que creíamos que nos podía llevar de nuevo a Burgos. Este tramo fue complicado para mis acompañantes, ya que el desnivel de algunos tramos era fuerte. Lo bueno es que ya habíamos encontrado una pista para poder regresar. Cruzamos por debajo de una autovía en construcción, que me imagino que sería la misma que vimos al iniciar la montaña pero por el otro lado. Dando pedales, sólo nos quedaba cruzar la última dificultad del camino, que ya nos iba a dejar al otro lado de la montaña. El camino nos llevó al lado de la gasolinera del hospital. Llegados a este punto, pusimos las ruedas de nuestras máquinas a punto, y con calma fuimos a buscar el carril bici del río Vena, hasta el MEH, y de ahí a casa. Fueron 28 Km. intensos, donde los Superpipas estuvimos un buen rato sin saber por dónde volver, pero la experiencia para todos fue muy positiva.


domingo, 1 de diciembre de 2013

DESPUÉS DE DÍAS DE LESIONES

La propagonista
El día amanece feo, con viento y el cielo cubierto. Salgo solo y no había de haber sido así. Por un malentendido, no recogí a Dani y Andrea, que los pobres me estaban esperando. Como ya os dije en su día, MIL PERDONES. Mi error lo iba a pagar caro. La ruta fue por el camino de los caballos, Modúbar de la Emparedada y de la Cuesta, el puerto de los Buitres, Carcedo, el sendero de los Andasusos, el parque eólico de Carcedo, Fuentes Blancas, hasta llegar a casa. A parte del viento, pinché dos veces y con una sola cámara de recambio, tuve que ir parando un montón de veces en los últimos quilómetros hasta llegar a casa. El viento, los pinchazos y las veces que tuve que hinchar la rueda delantera, me dejaron las lumbares KO durante tres días.
Andrea con el Altotero de fondo
Después de tres días de descanso, pero con molestias, decido que los chicos se merecen ya salir de ruta. Nos reunimos Andrea, Dani, Àlex y yo con la intención de darnos una buena paliza después de los días de descanso, pero no iba a ser así. Ya en la Vía Verde, Dani me dice que le duele la barriga pero que quiere seguir adelante. Cuando llegamos a la estación de Cardeñadijo, Àlex veo que se queda el último de grupo, cosa muy rara en él, y cuando me descuelgo a su altura me dice que le ha dado un tirón en le pierna y que le cuesta dar pedales, que va a seguir un poco más a ver si mejora. A todo esto la campeona de Andrea a ido tirando, ya que sabe que siempre nos detenemos en el cruce de caminos que hay antes del túnel. Juntos los chicos, antes de llegar al túnel, Dani dice que le duele mucho la barriga y Àlex que la pierna cada vez le duele más. Paramos para que se queden en una sombrita mientras voy a buscar a Andrea. Cuando me reuno con ella, vemos que Àlex viene con dolor encima de la bici para decirnos que Dani está devolviendo. Es hora de ir a casa. Hoy no ha sido la mejor salida, pobretes míos.
El roble centenario
Domingo, día del Señor, y con Àlex aun con la pierna dolorida y Dani sin hacer limpio de la barriga, quedamos Andrea y yo. Hace un día fabuloso y empezamos la ruta donde la dejamos el día de antes, es decir, en el cruce de la Vía Verde que hay antes del túnel. Hacemos la ascensión para ir a buscar la carretera de Modúbar de la Emparedada, con la intención de tomar el camino de la izquierda que rodea el cerro de San Vicente. Andrea no había pasado nunca por este tramo, y siguiendo el camino que va por debajo del Altotero, vamos hacia la zona de los Andasusos. En esta zona, visitamos los pequeños estanques repletos de ranas, el roble centenario y parte del sendero de los Andasusos. Vamos disfrutando de la ruta, del paisaje y de la compañía. Se nota como a mi joven acompañante le gusta esto de hacer btt.
Al llegar a Carcedo, nos dirigimos por su parque eólico, para seguir los caminos que conducen a la hípica de Cortes, donde montaba hasta el año pasado Andrea. Al acercarnos a ver a los caballos y después de verlos, me va contando anécdotas y historias de cuando montaba. De la hípica, seguimos hasta la Cartuja donde bajamos por la parte de atrás con la intención de ir a buscar el carril bici del bulevar. Al llegar a casa comentamos lo bien que nos lo hemos pasado con nuestros 35 Km., y de quién podrá venir al día siguiente.