domingo, 22 de marzo de 2015

RUTA DE HUMIENTA (POR SALDAÑA Y SARRACÍN)

El día amaneció fresco en Burgos. A los que somos mediterráneos, esto de pasar frío en pleno verano, siempre nos llama la atención, no estamos acostumbrados. Aun así, nos pusimos en marcha Àlex y yo a las 9 de la mañana, dirigiéndonos a la Vía Verde Santander-Mediterráneo, hasta el camino de los caballos, el que sube hacia la hípica, justo por debajo del puente de la autopista. Una vez arriba, seguimos por el camino de Modúbar, desviándonos con la intención de buscar un camino que nos llevase hasta Saldaña.

Preparados para bajar hacia Saldaña
Era una zona que desconocíamos. Justo antes de emprender la bajada, vimos un corzo delante nuestro, que al darse cuenta de nuestra presencia, comenzó su huída por un campo de trigo ya segado, por lo cual pudimos disfrutar de él un buen rato. Después de observar el mundo animal en estado salvaje, desde lo alto, contemplamos la vista que había. Decidimos bajar. Por algunos tramos fue odioso transitar, ya que el camino estaba cubierto de escombros de obras, y sabíamos que una caída sería dolorosa. Cuando el camino se convirtió en normal, empezamos a coger velocidad en el descenso. Al finalizarlo tuvimos que buscar el camino que nos llevaría a cruzar el pueblo de Saldaña.

De camino a Saldaña
Pasado ya Saldaña, y por la carretera, hicimos la rotonda de la carretera de Soria para desviarnos hacia Sarracín, con la intención de ir a buscar un camino que nos llevase hasta Humienta. Nos equivocamos de camino y en vez de ir hacia la derecha, cogimos el camino de la izquierda. Hacía un poco de bajada, y pasaba por delante de algunas casas. Al pasar por delante de una de ellas, un par de perrazos nos empezaron a perseguir, notando su aliento en las piernas. Supongo que me salió el instinto paternal y me puse a dar pedales entre los perros y Àlex, diciéndole que mirase hacia delante y que fuese tranquilo que se cansarían antes los perros que nosotros. Finalmente los animales pararon y dejaron de perseguirnos, pero debo decir que el susto nos duró un rato.

Humienta
Tras el mal trago, seguimos el camino que fue a morir a la carretera de Soria, lo que nos obligó a circular por ella hasta el siguiente camino que nacía de ella. La elección del camino fue la correcta por dos motivos: iba hacia donde nosotros queríamos y el paisaje era de gran belleza, ya que rodeaba un bosque de encinas. Pasamos por el pueblo de Humienta y por una urbanización, que no era precisamente de gente pobre.

¿Dónde está el gato?
Era la hora de regreso, y para ello fuimos a buscar el camino que va a parar a Revillarruz, pueblo natal de mi suegro. La casualidad hizo que en el descenso nos encontrásemos con sus sobrinos. Nos detuvimos en una de sus naves y Àlex aprovechó para jugar con unas crías de gato. Una vez nos despedimos, bajamos hasta Revillarruz, sin llegar al centro del pueblo porque queríamos ir para Olmosalbos. De allí fuimos a parar a Cojóbar, para ya como hemos hecho otras muchas veces, coger la Vía Verde que nos conduciría hasta Burgos.

Revillrruz
Olmosalbos
La ruta fue bonita, no sólo por los sitios por donde pasamos, sino también por el hecho de ir conociendo nuevos caminos y nuevos parajes cercanos a la ciudad de Burgos.

Olmosalbos
FECHA: 21/8/2014
DISTANCIA: 34'39 km.
DIFICULTAD: FÁCIL
ÍNDICE IBP: 27 BYC

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